El proyecto de urbanismo táctico, denominado “Calles para la Niñez”, fue entregado este viernes 31 de marzo y se ejecutó en el sector ubicado entre las escuelas Santiago Amengual y Japón. Esta es una obra temprana de la iniciativa Paseo Cerro a Mar que busca mejorar la calidad de vida de los habitantes del barrio y que impulsa el CREO Antofagasta junto al Gobierno Regional, la Ilustre Municipalidad y la Delegación Presidencial.
Son más de 2500 metros cuadrados de intervención -en la esquina de calles Abraham Lincoln con Sebastián Bach- que recuperan un sector clave de Villa Las Condes y mejoran la seguridad y convivencia vial de miles de personas que a diario se trasladan por el lugar.
Las coloridas obras fueron ejecutadas por la Fundación Ciudad Emergente junto a voluntarios de la comunidad y contemplaron la peatonalización de una parte de la calle, pintura de cruces peatonales y calzada, pavimento y pintura de aceras, instalación de nuevas señaléticas, sombreaderos, segregadores, mobiliario urbano, reductores de velocidad, enrejado de áreas verdes y un juego infantil.
Nicolás Sepúlveda, director ejecutivo de CREO Antofagasta rescata los beneficios del proyecto. “Esta es una intervención rápida que nos permite probar ideas para el Paseo Cerro a Mar que esperamos construir en unos años. Mejoramos el entorno para niños y niñas de estas escuelas, con sombras, bancas y juegos, que crean un lugar más amigable, y con mejoras en la señalética, espacios peatonales y los cruces viales, para más seguridad a la salida de clases. Testeamos cerrar temporalmente las calles a las horas de entrada y salida de clases y funcionó muy bien, con buena acogida por apoderados y alumnos. Este proyecto es un trabajo coordinado con el alcalde, quien pidió más seguridad en las salidas de colegios, y de la delegada presidencial, con quien colaboramos en su plan de recuperación de espacios públicos deteriorados”.
Por su parte, la directora de la escuela Japón, Silvia Vega destacó lo creativa y valiosa de la intervención ya que “se están recuperando espacios para que los niños puedan caminar más seguros y además se está hermoseando el sector”. En la misma línea, Yubiza Gallegos, presidenta del centro de padres de la escuela Santiago agradeció a todos los involucrados en la ejecución y recalcó que “este espacio hay que cuidarlo y no dañarlo porque este es un beneficio para todos”.
El diseño de la obra es fruto del proceso participativo con la comunidad y del trabajo articulado de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad, CREO Antofagasta y “Calles para la Niñez” de la fundación Ciudad Emergente, iniciativa de carácter internacional que busca transformar la ciudad en favor de los niños, niñas y sus cuidadores, fomentando la movilidad sostenible, la salud física y mental y el mejoramiento de los espacios públicos, los entornos sociales y emocionales de las personas en la ciudad.
El director de proyectos de la Fundación Ciudad Emergente, Davor Posavac explicó que “lo que estamos haciendo es abrir las calles para las personas, y en especial para los niños, niñas y sus cuidadores. Los niños y niñas son las personas más vulnerables en las calles de la ciudad, y su seguridad debe ser lo primero. Por esto, el proyecto busca mejorar las condiciones de seguridad vial a partir de la transformación del entorno escolar, invitando no solo a niños y niñas a caminar y jugar de forma segura en la calle, sino también involucrando a sus familias, cuidadores y la comunidad completa, ya que cuando transformamos la ciudad con un foco de infancia hacemos la ciudad más segura para todos y todas”.
Del mismo modo, Paula Navarro de la secretaría técnica de la Dirección de Tránsito de la IMA se mostró satisfecha por el trabajo realizado. “Estamos muy felices de hacernos parte de esta iniciativa y darle una nueva cara a este espacio público que era muy complejo y que ahora nos permite darle mayor seguridad a la comunidad en general”.
Lilian Moris asesora de los centros de padres de la CMDS cree que la intervención era muy necesaria y que “ahora con el color, las sombra y la pintura se recuperó un espacio para los vecinos, estudiantes y apoderados. Cuando un espacio tiene una intervención como esta, en la que pudieron participar los niños y los apoderados es importante porque se crea una conciencia diferente, hay un empoderamiento del espacio distinto y la gente lo valora y produce una buena convivencia entre los vecinos y la gente que transita por el lugar”.